LA IGLESIA HASTA EL SIGLO V.
El cristianismo se difundió rápidamente por todo el mundo antiguo. Las causas fueron varias: el atractivo que la nueva doctrina –profundamente igualitaria- ejercía en unas sociedades marcadas por la desigualdad y el esclavismo; la “pax romana”, que favoreció los viajes misioneros y la pacífica predicación, y el sincretismo religioso de la época.
LA EXTENSIÓN DEL CRISTIANISMO.
Jesús había dicho a sus discípulos “Id por todo el mundo; anunciad el Evangelio a toda criatura. El que crea y se bautice, se salvará, pero el que no crea, se condenará. (Mc 16, 15-16).
Para cumplir esta misión del Maestro, primero los apóstoles y después una pléyade de misioneros se dirigieron a todos los rincones del mundo entonces conocido.
EVANGELIZACIÓN EN ORIENTE.
Antioquía sigue siendo el principal centro misionero. Pablo salió de allí y fundó las primeras Iglesias en Asia menor, Macedonia y Grecia. Y de allí partieron a Persia un siglo después.
· El cristianismo primitivo fue un fenómeno esencialmente urbano. En el siglo IV la mayoría de los habitantes de las ciudades eran cristianos, a diferencia de la población rural, que seguía practicando los cultos romanos. De ahí que a los no cristianos se les empezó a llamar “PAGANOS”, es decir “habitantes de los PAGOS” (Pagus en latín significa “zona rural”).
· Al frente de cada Iglesia había un obispo o un presbítero. Don Demetrio, Obispo de Córdoba
Las demarcaciones eclesiásticas adoptaron los nombres de las divisiones administrativas del Imperio: provincias y diócesis.
· Todas las Iglesias locales se sentían células de la gran Iglesia de Jesús. Cada cristiano se consideraba miembro de la misma Iglesia universal, que tenía en todas partes las mismas creencias, los mismos ritos y las mismas normas morales. A esta comunidad universal cristiana SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA la llamó por primera vez en el año 107 Iglesia católica.
· Algunas Iglesias de ciudades importantes ejercían una cierta autoridad sobre todas las Iglesias de la zona. Éste fue el caso de Alejandría, que actuaba como cabeza de todas las Iglesias de Egipto.
La Iglesia de Roma fue considerada desde finales del siglo I como (la primera de las iglesias”. Así vemos al papa Clemente I (año 90) intervenir en asuntos de la Iglesia de Corinto, y a otros papas del siglo II, resolver disputas en Éfeso, Cartago y Alejandría. Esta primacía de Roma se reconoció oficialmente en el SÍNODO DE SARDICA (año 343) http://es.wikipedia.org/wiki/Concilio_de_S%C3%A1rdica
La Iglesia de Roma fue considerada desde finales del siglo I como (la primera de las iglesias”. Así vemos al papa Clemente I (año 90) intervenir en asuntos de la Iglesia de Corinto, y a otros papas del siglo II, resolver disputas en Éfeso, Cartago y Alejandría. Esta primacía de Roma se reconoció oficialmente en el SÍNODO DE SARDICA (año 343) http://es.wikipedia.org/wiki/Concilio_de_S%C3%A1rdica
LAS RAZONES DE LAS PERSECUCIONES.
El cristianismo, estrictamente monoteísta, negaba el culto a Roma y al emperador. Las autoridades imperiales vieron en esta actitud una terrible amenaza para la seguridad del Estado. No reconocer el carácter divino del emperador era considerado como delito de alta traición, que debía ser penado con la muerte.
PRINCIPALES PERSECUCIONES.
Nerón en el año 64 y durante la misma fueron ejecutados los apóstoles Pedro y Pablo.
Trajano en el año 98-117 respondiendo a una consulta de Plinio el Joven declarando que el cristianismo era en sí un crimen, pero que no se debían tener en cuenta las denuncias anónimas y que sólo podrían ser condenados por el delito de irreligiosidad.
Septimio Severo en los siglos III y IV prohibió las conversiones al cristianismo (año 201).
Maximino arremetió contra los obispos (año 235).
Decio inició la más cruel de todas las persecuciones (250), bastando la simple sospecha de ser cristiano para ser ejecutado.
Valeriano confiscó los cementerios y persiguió obispos y fieles (años 257 y 258).
Dioclecianoen el siglo IV (año 303) tuvo lugar la última persecución contra el cristianismo, fue junto con la de Decio, la más cruel de todas.
EL EDICTO DE MILÁN: LIBERTAD PARA LOS CRISTIANOS.
En el año 312 se enfrentaban por la sucesión en el cargo de emperador dos aspirantes, CONSTANTINO y MAJENCIO. El día anterior a la batalla definitiva, Constantino, seguramente para agradar a los numerosos soldados cristianos, hizo colocar una cruz sobre sus estandartes. Los dos contendientes se enfrentaron en las cercanías del Puente Milvio de Roma y Constantino obtuvo una completa victoria, que él y los suyos atribuyeron en parte a la cruz cristiana.
Diez meses después, Constantino y su colega de oriente LICINIO publicaron el EDICTO DE MILÁN
http://es.wikipedia.org/wiki/Edicto_de_Mil%C3%A1n(año 313), por el que se decretaba la libertad de cultos. Los sacerdotes cristianos adquirieron los mismos privilegios que los de los templos paganos y a los obispos se les consideraba con rango de senadores. El mismo emperador hizo construir algunos templos, aunque no llegó a convertirse al cristianismo. A partir del año 321, el domingo fue declarado día de descanso. Empezaba una nueva era de la historia de la Iglesia.
EL EDICTO DE TESALÓNICA: EL CRISTIANISMO, RELIGIÓN OFICIAL.
ras el Edicto de Milán se sucedieron varias décadas en las que el poder cristiano iba desplazando poco a poco al paganismo. Hubo algunos intentos de volver al paganismo, siendo el más importante el que encabezó el emperador JULIANO EL APÓSTATA (361-363), pero el cristianismo se había extendido ya a todos los ámbitos del Imperio: al ejército, a los filósofos, a los mercaderes, a los esclavos e incluso al mismo palacio imperial.
En el año 380 el emperador TEODOSIO EL GRANDE promulgó el EDICTO DE TESALÓNICA, por el que se declaraba el cristianismo religión oficial del Imperio. La Iglesia pasó a ser un poder no sólo espiritual sino también temporal. El paganismo empezó a ser prohibido, sus templos clausurados, sus sacerdotes obligados a abandonar su oficio o a ejercerlo clandestinamente y sus bienes confiscados.
LOS MÁRTIRES: FUERZA Y SEMILLA DEL CRISTIANISMO.
Durante los tres primeros siglos fueron martirizados miles y miles de cristianos. Su resistencia al dolor y su negativa a ofrecer sacrificios al emperador o a los ídolos fue admirada incluso por los paganos, pero sobre todo por la propia comunidad cristiana.
La comunidad cristiana los enterraba en las CATACUMBAS,
cementerios subterráneos en los que, por ser inviolables, los cristianos se sentían más seguros. En las tumbas de los mártires aparecen epitafios con las significativas palabras VICTOR (vencedor), PHILÉ (amada) y NIKÉ (victoria). Las ACTAS de los MÁRTIRES eran leídas con enorme respeto en las asambleas cristianas.
LOS APOLOGISTAS DEFENSORES DE LA FE
A las acusaciones que los perseguidores imputaban a los cristianos, respondieron una serie de escritores cristianos, LOS APOLOGISTAS, que probaban la falsedad de las acusaciones y, además, defendían la bondad del cristianismo con argumentos de todo tipo. Destacamos a SAN IRENEO, obispo de Lyon, SAN JUSTINO, martirizado en el año 165, y TERTULIANO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario