martes, 2 de agosto de 2011

TEMA 11. TERCERO DE LA ESO.

PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS.

LOS PRIMEROS SEGUIDORES DE JESÚS DE NAZARET.




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Jesús de Nazaret se presentó como el Mesías esperado. Pero las autoridades religiosas judías lo consideraron un impostor y lograron que los romanos lo condenaran a muerte y lo ajusticiaran en la cruz. Los judíos pensaban que con la muerte de Jesús también terminaría el movimiento por él encabezado. Pero los discípulos del Nazareno, fortalecidos por la creencia en su resurrección, empezaron a reunir pequeños núcleos de creyentes y a hacer prosélitos, primero entre los judíos y poco después entre los paganos.

LAS FUENTES PARA CONOCER EL ORIGEN DE LA IGLESIA

La principal fuente para conocer los primeros tiempos de la Iglesia la constituye el libro de los HECHOS DE LOS APÓSTOLES,  cuyo autor es un helenista culto. La tradición, desde San IRENEO (Siglo II), identifica al autor con LUCAS, discípulo de PABLO, al que también se atribuye el tercer evangelio.

El libro de los Hechos



es un compendio ordenado de relatos, muchos de ellos tomados por Lucas de la tradición Oral. Fue escrito poco antes del año 70, puesto que su autor no menciona para nada la destrucción de Jerusalén, acaecida ese año, y, de haberlo conocido, no hubiera dejado de mencionar un acontecimiento de tal relevancia. El libro está dirigido a la segunda generación de creyentes, que no había conocido a Jesús de Nazaret, a los que el autor trata de animar magnificando el entusiasmo y generosidad de los primeros discípulos. El gran protagonista el libro de los Hechos es PABLO DE TARSO que de perseguidor de los cristianos pasó a convertirse en el primer difusor del cristianismo en el mundo grecorromano.

Datos cronológicos que podemos deducir de este libro:

SAN PABLO.




1.- Pablo se dirigió a Damasco entre el año 37 (muerte del emperador Tiberio) y el año 40 (muerte de Aretas IV,  rey de los Nabateos).

2.- Que la muerte de Santiago el Menor  se produjo antes del año 44 (Muerte de Herodes Agripa).

3.- Que la fundación de la comunidad de Corinto por Pablo tuvo lugar en los años 51-52 (proconsulado de Junio Galión, hermano de Séneca).

            EL PRIMER NÚCLEO DE CREYENTES.

El número de personas que, después de morir Jesús, siguieron creyendo en su mensaje era muy reducido: apenas unos centenares. La mayoría de ellos no se atrevían a manifestarse como seguidores del Nazareno, por miedo a sufrir la misma suerte que Él. Sólo un grupo formado por los que habían vivido al lado del Maestro (los apóstoles; María, madre de Jesús, y unos pocos más) tuvieron coraje de presentarse en público.

El libro de los Hechos narra como, después de la fiesta de Pentecostés inmediata a la Pascua en que murió Jesús, pierden el miedo y empiezan a predicar la nueva fe cuyo contenido esencial era reconocer a JESÚS DE NAZARET como Maestro o guía, como SALVADOR y como CRISTO o UNGIDO. De ahí que pronto los primeros seguidores del Nazareno empiezan a llamarse “cristianos”, hecho que sucede en Antioquía hacia al año 36 de nuestra era. Los que aceptaban la nueva fe eran bautizadas.

Los primeros creyentes eran judíos, por lo que el cristianismo era considerado como una simple secta del judaísmo. Entre los mismos cristianos existía el convencimiento de que debían seguir observando la Ley de Moisés y que, por tanto, estaban obligados a circuncidarse, observar las fiestas judías, no comer carne de cerdo, etc. Cuando se producen los primeros conversos procedentes del mundo no judío, una de las cuestiones más importantes que se plantea es precisamente la de si se debe o no obligarles a aceptar el judaísmo.

EL CRISTIANISMO SE EMANCIPA DEL JUDAISMO

El capítulo 10 del libro de los Hechos narra, con algunos aditamentos literarios, el proceso de diferenciación definitiva entre el cristianismo y el judaísmo.



Un centurión romano, de nombre Cornelio, llamó a Pedro y le mostró  sus deseos de hacerse cristiano. Pedro le instruyó en los aspectos esenciales de la nueva doctrina (creer en la resurrección y que Jesús perdona los pecados) y ordenó que lo bautizaran sin obligarlo a circuncidarlo. Se justificó Pedro diciendo que oyó una voz que le decía :”Lo que Dios ha hecho puro no lo consideres tu impuro”.

La cuestión se resolvió finalmente en una asamblea celebrada en Jerusalén, gracias a la vigorosa defensa de la libertad que hizo Pablo.

El cristianismo se erigía como una religión definitiva del judaísmo definitivamente.

CARÁCTER PASCUAL DE LA FE CRISTIANA.

Lo que verdaderamente distingue al pequeño núcleo fundacional de la Iglesia es su fe en la resurrección de Jesús. La primera comunidad cristiana es, por tanto, una comunidad de fe en Cristo resucitado. Todas las enseñanzas del Maestro recobran sentido y actualidad a la luz de esta fe: si el Maestro no está muerto, tampoco puede morir su mensaje. El fortalecimiento definitivo de esta fe se produce el día de Pentecostés cuando, estando los discípulos reunidos clandestinamente, reciben el Espíritu Santo, una fuerza interior misteriosa que les impulsaba a comunicar a todo el mundo sus convicciones y a  anunciar a Cristo muerto y Resucitado, aunque para ello tuvieran que arriesgar sus vidas.

ORGANIZACIÓN Y VIDA DE LA COMUNIDAD.

Las características diferentes de esta comunidad eran;

·        Se congregaba en torno a los doce apóstoles, presididos por Pedro. Los doce eran considerados por la comunidad como los únicos que podían recordar lo que Jesús había hecho y dicho. A ellos les encomendó Jesús las tareas de enseñar, de perdonar los pecados y de celebrar la Eucaristía.

·        Estaba organizada. Junto a los apóstoles había un grupo de ancianos, los presbíteros, entre los que sobresalía la figura de Santiago.

·        Se consideraba a sí misma como un grupo singular del judaísmo: el nuevo pueblo de Dios. Por eso, además de participar en el culto público, la comunidad se reunía en sus casas particulares y afirmaba su fe en Jesús, el enviado de Dios.

·        Mostraba una gran preocupación por los pobres y practicaban la comunión de sus bienes como expresión del amor cristiano. Como la mayoría de los nuevos conversos era gente de pocos recursos materiales, los bienes aportados resultaron pronto insuficientes. Esto convertía a la comunidad en un grupo pobre, por lo que necesitó la ayuda de otras comunidades del mundo helénico.

La vida de la comunidad cristiana constituía, de por sí, un auténtico testimonio de fe. La gente, al verlos tan unidos, les tenía un gran aprecio y respeto. Pero, además, el testimonio se expresaba de Palabra, sobre todo por la predicación de Pedro y posteriormente de Pablo.

LA COMUNIDAD DE ANTIOQUÍA.

El martirio de SAN ESTEBAN 



 fue causa de que algunos cristianos huyeran a Antioquía, ciudad alejada de Jerusalén, en la que podían sentirse más seguros. Surgió así la segunda gran comunidad cristiana, cuyo desarrollo fue decisivo para la expansión del cristianismo en el mundo grecorromano.



El mensaje de un Jesús resucitado, por el que se perdonaban los pecados, irritaba profundamente a las autoridades religiosas judías. Por ello, desde el principio mismo de su predicación, los apóstoles fueron perseguidos: Pedro y Juan fueron azotados y encarcelados; Esteban, lapidado, y, en general, todos se sentían inseguros.

La comunidad de Antioquía acogió a conversos del judaísmo y del helenismo.

La comunidad de Antioquía  dado el heterogéneo grupo de creyentes fue mucho más pluralista que la de Jerusalén. Se empezó a asumir el amor al prójimo, núcleo esencial del Evangelio, estaba por encima de las leyes, del descanso sabático y de la circuncisión.

UN PERSONAJE DECISIVO: PABLO DE TARSO.




Cuando las comunidades de Jerusalén y Antioquía estaban formadas apareció en escena un personaje que iba a ser decisivo para la expansión del cristianismo: PABLO DE TARSO. Era hijo de unos tejedores judíos afincados en Tarso, ciudad próxima a Antioquía. Estaba bien instruido en el Judaísmo, del que era un fervoroso seguidor. Además conocía perfectamente la cultura grecorromana. Por eso tenía un doble nombre: SAÚL (judío) y PABLO (romano). Su fervor judío le hizo perseguir encarnizadamente a los cristianos en Jerusalén y el libro de los Hechos señala que guardaba las ropas de Esteban mientras éste era lapidado. Se marchó a Damasco a apresar los cristianos que encontrase, pero una luz cegadora lo derribó del caballo y tuvo una visión en la que el mismo Jesús le indicó que entrase a la ciudad y buscase a Ananías. Pablo cambió radicalmente se hizo instruir y bautizar por Ananías, y todo el celo hasta entonces empleado para perseguir a los cristianos lo puso al servicio de la expansión de la nueva doctrina.




LA ELECCIÓN DE MATÍAS.

Judas se ahorcó, 





 ahora se impone que uno de los que nos acompañaron durante todo este tiempo, comenzando por el bautismo de Juan hasta el día en que fue elevado el Señor a los cielos, entre a formar parte de nuestro grupo, para ser con nosotros testigo de su resurrección.




 

Presentaron a dos: a José Barsabás  (Justo) y a Matías. Echaron suertes, y le tocó a Matías; y quedó asociado al grupo de los once apóstoles.

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