martes, 2 de agosto de 2011

TEMA 10. TERCERO DE LA ESO.

EL CRISTIANISMO.

LA TRADICIÓN COMÚN HASTA EL SIGLO XI




El Cristianismo es un mensaje liberador y comunitario. La comunidad de creyentes –Iglesia- se caracteriza esencialmente por unas creencias, una moral y un culto específicos:

-          Dios Uno y Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
-          Jesús es el Hijo de Dios, verdadero Dios y verdadero Hombre.
-          Todos hemos sido liberados del mal por la muerte y resurrección de Jesús.
-          Todos los seres humanos somos iguales en dignidad, hijos de Dios y hermanos entre nosotros.
-          La suprema ley del cristiano es el amor, que es también el signo esencial de la condición cristiana.
-          El bautismo, la eucaristía y los otros sacramentos significan y producen la presencia de Dios.
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Hasta el siglo XI, el cristianismo, aunque con gran variedad de ritos y costumbres, conservó la unidad de credo  y reconoció al obispo de Roma como primado,  al menos de honor, de todas las Iglesias. Durante estos once siglos de unidad se estableció el canon de los libros sagrados, se definieron los principales dogmas, se organizó territorialmente la Iglesia y se fijaron las distintas liturgias.



LOS MÁRTIRES CRISTIANOS.


 los Santos Padres  de los primeros siglos y los siete primeros concilios  constituyen el patrimonio común de todas las confesiones cristianas posteriores.

LA CAUSA DE LA RUPTURA ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE.

Ya desde el siglo IV surgieron muchas desavenencias entre las Iglesias de Oriente y Occidente. La incomprensión fue creciendo y se sucedieron varias rupturas y reconciliaciones hasta que, definitivamente en el siglo XI se consumó la separación. Se alegaban varias causas:



a). La cuestión de Filioque. Las Iglesias de Oriente creían que el Espíritu Santo sólo procede del Padre, mientras que la Iglesia de Occidente introdujo en el Credo la siguiente expresión: “Creo en el Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo”.





Los orientales entendieron que el añadido “y del hijo”,  (en latín Filioque) traicionaba la palabra de Jesús  (Jn 15,26) y lo decidió en el Concilio de Constantinopla del año 381.

b). La cuestión del primado. Los obispos de Oriente daban más importancia a la colegialidad que a los patriarcas. En cambio, en Occidente la autoridad del Papa fue siempre superior a la de los concilios y sínodos. El primado del obispo de Roma no era aceptado más que como título honorífico por las Iglesias de Oriente, mientras que en Occidente se entendía como verdadera primacía jurisdiccional.

c). Causas de tipo litúrgico y disciplinar. La Iglesia de Oriente utilizaba el griego; la Iglesia de Occidente, el latín. La Iglesia de Oriente conservaba muchas variedades litúrgicas; la Iglesia de Occidente unificó la liturgia, con San Gregorio Magno, en el siglo VI. En Oriente se practicaba el bautismo por inmersión y se empleaba pan con levadura en la Eucaristía, mientras que en Occidente se iba generalizando el Bautismo por ablución y se celebraba la misa con pan ázimo.

LA RUPTURA.

Las Iglesias orientales consideraban que ellas eran más fieles que la Iglesia de Roma a las enseñanzas de los apóstoles. En el año 867, Focio, patriarca de Bizancio, dirigió al Papa una lista de quejas por las innovaciones introducidas en la iglesia romana y, poco después, decretó la destitución del pontífice. Al cabo de doce años, Bizancio y Roma se reconciliaron, pero en el siglo XI se produjo la ruptura definitiva: el patriarca Miguel Cerulario escribió una encíclica contra los azimitas y cerró las Iglesias Latinas de Bizancio.

El Papa Leon IX  envió al cardenal Humberto, ardiente defensor de la primacía jurisdiccional de Roma. Durante su estancia en Constantinopla falleció el Papa, pero Humberto continuó actuando como si él fuera el verdadero pontífice y el 16 de julio de 1.054, mientras se cantaban los Maitines en la basílica de Santa Sofía, los legados pontificios, ante el asombro de todos, se acercaron al altar mayor y depositaron sobre él un decreto de excomunión contra el patriarca. Luego salieron apresuradamente del templo, sacudieron sus sandalias y huyeron. La ruptura se había consumado.

Esta excomunión contra las Iglesias de Oriente, que la mayoría de los historiadores considera nula, fue levantada solemnemente por el Concilio Vaticano II.

DIFERENCIAS DOCTRINALES ENTRE LA ORTODOXIA Y EL CATOLICISMO.

·        Los ortodoxos no admiten que el Espíritu Santo procede también del Hijo.

·        Niegan que el Papa tenga primado de jurisdicción sobre toda la Iglesia.

·        Niegan que el Papa sea infalible cuando habla ex cátedra para toda la Iglesia.

El elemento que realmente decidió la separación en el siglo XI fue negar la obediencia al Papa. Por ello, algunas veces, a la Iglesia ortodoxa se la llamó cismática.

LA IGLESIA ORTODOXA EN LA 
ACTUALIDAD




Las Iglesias ortodoxas estuvieron en el pasado muy ligadas a los emperadores, zares o reyes. Pero la caída de los imperios no acarreó la destrucción de las Iglesias, sino que en muchos casos fue causa de su revitalización. La Iglesia ortodoxa griega ha mantenido unas relaciones conflictivas con el gobierno por causa de algunas expropiaciones; la Iglesia Ortodoxa Rusa, a la que el comunismo consideró soporte del Zarismo, vivió décadas difíciles desde 1.917 hasta 1.986, pero ha salido muy reforzada de la crisis.

En la actualidad, la comunidad ortodoxa mundial es muy pujante y está constituida por quince Iglesias autocéfalas, además del Arzobispado autónomo de América. El patriarca de Constantinopla conserva la primacía honorífica. En todas las Iglesias prevalecen las decisiones colegiadas sobre las personales de obispos y patriarcas. El Santo sínodo  es en cada Iglesia, la máxima autoridad, y sus cánones aseguran la fidelidad a la tradición apostólica.



LAS IGLESIAS REFORMADAS



Llamamos “IGLESIAS REFORMADAS” a todas las que se desgajaron del catolicismo a raíz de la reforma protestante iniciada por Lutero  a principios del Siglo XVI. Todas las Iglesias reformadas mantienen diferencias doctrinales, litúrgicas y disciplinares respecto de la Iglesia católica. Existen más de 400 Iglesias reformadas.

¿POR QUÉ EL NOMBRE DE PROTESTANTES?




La mayoría de las Iglesias reformadas se denominan también “PROTESTANTES”. Este nombre procede de la DIETA DE SPIRA (1.529), en la que los Luteranos suscribieron una confesión de fe que empezaba así: “Protestamos ante Dios, nuestro único creador, conservador, redentor y salvador…”.

Esta protesta, que a la vez era una confesión de fe, contenía los dos elementos que suscribirán todas las Iglesias reformadas posteriores: la gracia divina, sin los méritos de las buenas obras, es suficiente para salvarse y la Biblia contiene la integridad de la revelación.

Las Iglesias protestantes tienen a constituirse en congregaciones vivas en nombre de Jesús. El centro de cada comunidad es la predicación de la Palabra y la vida en el amor fraterno. Cada Iglesia o congregación local se considera representación de toda la Iglesia.

LAS IGLESIAS LUTERANAS.


Extendidas por Alemania, centro y norte de Europa, siguen directamente las enseñanzas de Lutero. Se denominan también “Iglesias de la Confesión de Augsburgo”, porque fue en esta ciudad donde, en 1.555, se plasmó el contenido de la reforma promovida por Lutero:

·        La justificación por la fe, sin necesidad de las buenas obras.

·        La libre interpretación de la Sagrada Escritura. Niega el valor de la tradición a la hora de interpretar el texto sagrado.

·        La reducción de los sacramentos a dos: El Bautismo y la Eucaristía.

El luteranismo negó además la existencia del Purgatorio, el valor de las indulgencias y el culto a la Virgen María y a los Santos. La liturgia luterana es sobria y está basada en la participación de los fieles. Lutero suprimió la jerarquía y predicó el sacerdocio de todos los fieles.

LAS IGLESIAS CALVINISTAS.




Las Iglesias Calvinistas se originaron en las enseñanzas de CALVINO, que, a su vez, aceptó casi todos los puntos de la doctrina luterana e instauró en Ginebra (Suiza) un gobierno teocrático que debía poner por obra las nuevas doctrinas. Lo específico de las Iglesias calvinistas es:

·        Creen en la PREDESTINACIÓN de todos, al cielo o al infierno, desde la eternidad. La salud, riqueza y éxito son, para los calvinistas signos de predestinación al cielo. La pobreza es signo de reprobación.

·        Están gobernadas por un consejo de notables.

En sus orígenes, el calvinismo fue radicalmente intolerante con cuantos discrepaban de él. Ejemplo de su intolerancia fue la muerte en Ginebra de MIGUEL SERVET.  Pero la intolerancia era propia de todas las sociedades de la época; y así entre calvinistas y católicos se libraron crueles guerras de religión durante los siglos XVI y XVII.

LA IGLESIA ANGLICANA





La Reforma entró en Inglaterra en tiempos de Enrique VIII  por motivos que nada tuvieron que ver con diferencias doctrinales. Inicialmente, Enrique se había opuesto al Luteranismo, por lo que recibió del papa Leon X el título de “defensor de la fe”. Pero se enamoró de una dama de la corte llamada ANA BOLENA y quiso obtener del Papa la nulidad de su primer matrimonio con Catalina de Aragón. Al oponerse el Papa a sus pretensiones, Enrique VIII comunicó en 1.529 a todo el clero inglés que “el se consideraba cabeza de la Iglesia en Inglaterra”. El parlamento aprobó en 1.534 el Acta de Supremacía,  que reconocía al monarca como jefe de la Iglesia nacional. El arzobispo de Canterbury,  sede antiquísima, se convirtió en el obispo que aseguraba la sucesión apostólica y, como tal, en el primado del anglicanismo.

Entre el anglicanismo y el catolicismo apenas hay diferencias doctrinales. En 1.539 el rey aprobó el Estatuto de los seis artículos, que imponía la obligación de aceptar, bajo severísimas penas, la doctrina tradicional 


católica. En el siglo XVII surgieron grupos puritanos,de influencia calvinista, que pretendían purificar la Iglesia inglesa, fracasó. En el siglo XIX se planteó un movimiento de aproximación entre los anglicanos y la Iglesia de Roma, produciéndose algunas notables conversiones al catolicismo, siendo la más famosa la del cardenal NEWMAN.

Al extenderse el Imperio Británico por todo el mundo, el anglicanismo se fue también extendiendo, con lo que se fragmentó en diversas Iglesias. La Iglesia de Inglaterra es la única institucionalizada en el poder político, ya que el rey aprueba los nombramientos eclesiásticos, los obispos pertenecen a la Cámara de los Lores  y los sínodos eclesiásticos tienen carácter de asambleas legislativas. En los otros territorios, el Estatuto de la Iglesia anglicana es muy variado.

ECUMENISMO.

Se llama Ecumenismo al movimiento hacia la unidad de todos los cristianos. El espíritu ecuménico pretende superar los siglos de incomprensión, desconocimiento y excomuniones mutuas entre las diversas confesiones cristianas.

EL CONSEJO ECUMÉNICO DE LAS IGLESIAS.

El consejo ecuménico de las Iglesias es una asociación fraternal de las iglesias que confiesan al Señor Jesucristo como Dios y Salvador según las Escrituras y se esfuerzan en responder conjuntamente a su común vocación para la gloria del único Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo”.

EL SACERDOCIO DE LA MUJER.

En el año 1.994 el Sínodo de la Iglesia de Inglaterra aprobó el acceso de la mujer al sacerdocio. Desde entonces el número de mujeres ordenadas ha crecido sin cesar. Pero la resistencia a la ordenación de mujeres es muy grande todavía: Las Iglesias católica y ortodoxa, amparadas por la tradición, se oponen; dentro de la misma Iglesia anglicana son numerosos los sacerdotes y fieles que no han aceptado la decisión del Sínodo.


Entre los teólogos la cuestión es muy debatida: los que se oponen al sacerdocio femenino suelen argumentar que Cristo sólo eligió como apóstoles a los varones, que los presbíteros de las Iglesias primitivas eran siempre varones y que varios cánones conciliares exigen ser varón para desempeñar el sacerdocio; los que están a favor dicen que no hay ninguna razón, ni bíblica ni teológica, en contra de la ordenación de mujeres y que su exclusión significa una discriminación contraria a los derechos humanos y, desde luego, no querida por Jesús.

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