TEMA 1: LOS CRISTIANOS EN EL MUNDO.
MIRADA A LA REALIDAD CULTURAL.
La sociedad está profundamente determinada por la influencia que en ella ejerce el predominio de la ciencia y la técnica.
Sus aportaciones están proporcionando a la humanidad un nuevo estilo de ser y de vivir, insospechados en el pasado. Estas conquistas científico-técnicas del presente son consideradas como grandes cuotas de progreso para la humanidad.
De hecho se puede hablar con propiedad de una nueva época cultural, por los profundos cambios que estas conquistas están originando en el campo social, profesional o familiar:

• La humanización del trabajo dignifica a las personas y sus capacidades.

• La solidaridad entre los pueblos permite una digna comunicación de bienes.


• La tolerancia ayuda a descubrir el valor humanizador de la comprensión, el servicio y el reconocimiento del otro.

• El desarrollo espectacular de la medicina garantiza una mayor calidad de vida y prolonga los años de las personas.


* Los pactos internacionales alejan los peligros de la guerra y fomentan la cooperación entre los pueblos.
Sin embargo, cuando el progreso se realiza a costa de las personas y de los pueblos, entonces tiene lugar una corriente destructiva que da lugar a la llamada “CULTURA DE LA MUERTE”.

• Primacía de lo material sobre cualquier otro aspecto determinante de la persona.
• Deseo desordenado de consumir
• Actitudes de conducta permisiva, que justifica cualquier comportamiento, sin otra normativa que la propia voluntad o la conveniencia del grupo.
Una mirada a la realidad cultural nos dice que las grandes conquistas cintífico-técnicas pueden favorecer a la civilización o destruirla.
UN MUNDO HERIDO POR EL PECADO.
• La búsqueda insaciable de los bienes materiales,
• La consideración del hombre como ser absoluto,

• El deseo de configurar la humanidad a la luz de los propios planteamientos ideológicos
• La gran desconfianza

Y en este mundo herido por el pecado donde los discípulos de Jesús están llamados a vivir y a hacer presente la misión salvadora y transformadora que ofrece Jesucristo con la redención.

A través de toda la historia humana existe una dura batalla contra el poder de las tinieblas , que iniciada en los orígenes del mundo, durará hasta el día final.

INSTAURACIÓN DEL REINO.
Este mundo está llamado a la plenitud. Ésta es la promesa que comienza a cumplirse con Jesús al instaurar el reino de Dios. Para explicar su sentido, Jesús utiliza distintas parábolas con las que describe cómo es este Reino, cómo debe ser anunciado en el mundo y cómo debe ser acogido. Por medio de estas comparaciones se pueden descubrir algunas de sus características:
• REINO DE GRACIA.

• REINO UNIVERSAL.

• REINO DE VIDA Y DE GOZO.
• REINO DE LIBERTAD.

Con la venida de Jesucristo da comienzo la instauración de este Reino. Es más, Él es el mismo reino de Dios. En Él, la humanidad, herida por el pecado, recibe del Padre la victoria y la glorificación que será definitiva al final de los tiempos.
EL REINO DE DIOS ESTÁ ENTRE VOSOTROS (LC 17,21).

“Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio”. (Mt 1,15).
Para acoger el Reino de Dios es necesario vivir la experiencia de la conversión, por la que el hombre se introduce en su interior para descubrir allí el amor de Dios. Y es precisamente en el interior de la persona donde se encuentra el Reino de Dios.
“Preguntado por los fariseos acerca de cuando llegaría el Reino de Dios, les respondió diciendo: No viene el Reino de Dios ostensiblemente. Ni podrá decirse helo aquí o allí, porque el Reino de Dios está entre vosotros”. (Lc 17,20-21).
Esta conversión tiene su origen en la llamada que Dios hace a cada uno a la plenitud de vida y en la correspondiente respuesta del hombre.
El seguimiento de Jesús se hace a través de las Bienaventuranzas
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