jueves, 4 de agosto de 2011

TEMA 5. CUARTO DE LA ESO.

EL VALOR DE LA VERDAD.

LA VERDAD EN LA REALIZACIÓN PERSONAL.
La persona está ordenada a alcanzar la verdad. Su inteligencia tiene como finalidad descubrir y conocer las cosas tales como son en la realidad. Esto es lo que permite al hombre ir alcanzando un mejor conocimiento de la realidad para poder actuar conforme a esta información.
LA VERDAD EN LA CONVIVENCIA SOCIAL.
Además, el hombre no sólo conoce la verdad, sino que puede transmitirla. Vivir en sociedad es tener capacidad de comunicación entre unos y otros; para que esta comunicación sea fructífera y favorezca la convivencia social ,es preciso que:


·        Esté dirigida por el amor y la justicia. Las relaciones humanas se fundamentan en el respeto a la persona y la verdad.

·        Se fundamente en la confianza que nace de la comunicación veraz y sincera entre unos y otros. Es imposible la convivencia si los seres humanos no tienen confianza entre sí.

LOS CRISTIANOS ANTE LA VERDAD.

BUSCAR LA VERDAD
 
·        Fomentar el deseo de conocer la verdad sobre las cosas y las personas.

- Saber escuchar, leer, informarse…

-         Discernir entre las buenas y malas fuentes de información.


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ACEPTAR LA VERDAD
·        Estar disponible para

       -   Aceptar la verdad

       -   Sobre la realidad, aunque no sea fácil ni cómodo.

-         Renunciar a la mentira.

-         Rectificar concepciones anteriores al conocer la verdad.

SER TESTIGOS DE LA VERDAD
 

·        Procurar ser coherentes entre la verdad de las cosas, la conducta y la palabra.

-      Hacer lo que se dice.

-      Decir lo que se piensa.

-      Pensar lo que es recto.

DECIR LA VERDAD
 

·        Tener una disposición para hacer y decir la verdad con amor y justicia.

-      Hablar con verdad.

-      Decir lo que se debe decir con amor y con justicia.

“NO AL FALSO TESTIMONIO Y LA MENTIRA”

Se considera testigo no sólo al que da testimonio de algo que ha visto y vivido, sino también a quien con su conducta muestra lo que es y lo que cree. En este sentido el cristiano está llamado a ser testigo del Evangelio y a transmitir con sus palabras y sus obras la fe que ha recibido, incluso con el martirio.

Para ser testigo de la verdad es necesario empeñarse en vivir:

·        LA VERACIDAD. Es la virtud que lleva a decir la verdad y consiste en ser veraz en los propios actos, evitando la simulación y la hipocresía.
·        LA SINCERIDAD. Jesús formula en el Evangelio la obligación de la sinceridad total. La sinceridad garantiza la autenticidad, que es hacer que los hechos se correspondan con las palabras y las promesas.
(1 Juan 3, 18-19). Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad.


En el evangelio la mentira es presentada como uno de los mayores males para la persona y la convivencia entre los hombres. Jesús no duda en atribuir este mal al diablo, al que llama padre de la mentira:


Vosotros tenéis por padre al diablo y queréis realizar los deseos de vuestro padre. Él fue un asesino desde el principio, y no estaba con la verdad porque en él no existe la verdad. Cuando dice la mentira, le sale de dentro, porque es falso y padre de la mentira”. (Juan 8,44).


La moral cristiana señala algunos de los principales pecados contra la verdad:


LA MENTIRA
 
Es decir lo contrario de lo que se piensa o se cree con intención de engañar. Es la ofensa más directa contra la verdad. La mentira daña a la propia persona, hace muy difícil la relación entre las personas y provoca un daño irreparable a la misma sociedad.

EL FALSO TESTIMONIO Y PERJURIO
                Es mentir  ante un tribunal, comprometiendo gravemente el ejercicio de la justicia.
LA CALUMNIA, LA MURMURACIÓN Y EL JUICIO TEMERARIO.

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Son pecados contra la reputación de los otros. Desde quien atribuye cosas falsas contra la buena fama de los demás, o sin razón hace públicos los defectos del prójimo, hasta quien acepta sin fundamento defectos morales en los demás.

LA ADULACIÓN Y LA VANAGLORIA
              Es atribuir virtudes a los demás o a uno mismo, con la intención de obtener un beneficio, sabiendo que lo que se afirma es contra la verdad.

LA HIPOCRESÍA
 Consiste en desear aparentar virtudes y valores que no se tienen para engañar a los demás y ganar en estima. Parece que el hipócrita actúa para Dios, pero sólo se busca a sí mismo.



LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL





La Iglesia enseña sobre los medios de comunicación social: la defensa del derecho de todos a conocer la verdad, la legítima libertad de los medios de comunicación social, la primacía del orden moral en la difusión de cuanto acontece y el deber de los destinatarios de formarse la conciencia ante estos medios.

Los medios de comunicación social sometidos a presiones sociales, económicas o políticas, pueden caer en la manipulación, el sensacionalismo, el intrusismo, la inversión de valores o la relativización de la verdad y el bien.

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